lunes, enero 02, 2006

Un 2006 con más participación y transparencia


Quiero comenzar este nuevo año haciendo un rápido balance de los avances en materia de acceso a la información pública durante 2005, y los desafíos pendientes para este 2006. También quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer la colaboración de una serie de personas e instituciones con las que me tocó trabajar de manera más cercana.-

Moises Sanchez, en Cronologia del Secreto


SANTIAGO, 02 de enero de 2006, (Cronologia del secreto).- Quiero comenzar este nuevo año haciendo un rápido balance de los avances en materia de acceso a la información pública durante 2005, y los desafíos pendientes para este 2006. También quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer la colaboración de una serie de personas e instituciones con las que me tocó trabajar de manera más cercana.

Respecto de los avances, sin lugar a dudas el de mayor trascendencia fue la incorporación de un nuevo artículo 8º a la Constitución, que garantiza la publicidad de los actos y documentos públicos, y que señala además que las causales de secreto sólo podrán ser establecidas por medio de ley de quórum calificado. Con ello se echó por tierra la práctica existente en la administración de dictar resoluciones de secreto para sustraer del conocimiento público una serie de informaciones que por su propia naturaleza revestían el carácter de públicas. A esto se suma el anuncio de la derogación del reglamento de secreto y reserva de los actos públicos (DS Nº 26/2001 Segpres), que efectuó el ministro Dockendorff hace algunos días. Cuando dicha derogación se haga efectiva, se eliminará toda posibilidad de que las autoridades administrativas pueda decidir por si misma, de manera discrecional, que actos y documentos son públicos y cuales no, lo que sin duda alguna contribuye al mejoramiento de las instituciones democráticas.

A pesar de lo anterior, aún existen muchas tareas pendientes para este año, de las cuales sólo quiero mencionar las más importantes:

a. Aprobar la ley de acceso a la información pública: Este proyecto de ley se encuentra actualmente en la cámara baja para su revisión, sin urgencia, lo que constituye un contrasentido, toda vez que hoy más que nunca, se hace necesario contar con una ley que regule la materia.

b. Establecer una comisión de acceso a la información: Esta es una materia de la mayor importancia, pues esta comisión contribuiría a lograr una correcta aplicación de la normativa de información pública que sea aprobada.

c. Garantizar un debate informado en el Senado respecto del perfil de los candidatos a ocupar altos cargos públicos, tales como la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional, entre otros: Uno de los efectos de la reforma a la constitución, fue la eliminación de las sesiones secretas en el Congreso, especialmente aquellas en las que se designan funcionarios públicos, pero a pesar de ello, en las últimas designaciones no ha existido debate alguno en sala respecto de la idoneidad de los candidadatos, lo que inhibe la discusión pública.

d. Establecer la obligación del Estado de conservar, procesar y generar información: La experiencia ha demostrado que no basta con garantizar el acceso a los documentos que “existen”, sino que es vital –especialmente en aquellos sectores de alto impacto ambiental o social-, que el Estado asuma la obligación de “generar” la información necesaria para saber el desempeño de estos sectores.

Desde luego la lista no es exhaustiva, pero al menos sirve para ver que no son pocos los desafío que aún quedan por delante.

Muchos de los avances obtenidos no se habrían concretado sin la acción decidida y valiente de una serie de personas e instituciones, y la colaboración desinteresada de otras tantas, a las que quiero felicitar y agradecer por toda su acción desplegada. En particular, quiero dar las gracias a las siguientes personas, con quienes me tocó desarrollar una acción mucho más estrecha:

Patricio Herman, de la agrupación “defendamos la ciudad”, gran dirigente ciudadano, que se ha caracterizado por presentar grandes luchas en contra del secretismo en materia urbano-territorial, y que fue “el motor” de muchas acciones.

Ximena Abogabir, de Casa de la Paz, que fue de gran apoyo en muchos momentos claves, en los que su consejo demostró ser tan sabio como siempre, y su respaldo un factor decisivo.

Juan Pablo Olmedo, de Proacceso, por todas las iniciativas desplegadas que pusieron en el debate público como nunca antes el tema del secretismo, y la motivación que me entregó para desarrollar muchas acciones que luego serían exitosas. También quiero agradecer a Laureano Checa, periodista de la misma institución, que me dio importantes enseñanzas para hacer mis notas y artículos mas comprensibles para los “no abogados”.

Fundación Terram, especialmente a su director ejecutivo Rodrigo Pizarro y su periodista Pilar Gil, que apoyaron todas las acciones contra el secretismo que le planteamos, y que actualmente ya están desarrollando iniciativas propias.

Organización Oceana y Marcel Claude, que desarrollaron muchas iniciativas en contra del secretismo en materia pesquera a través de la excelente gestión de su abogado Matias Guiloff, y que fueron copeticionarios en muchas de las acciones que nos tocó coordinar.

Centro Ecocéanos, que tuvo un rol importantísmo en difundir los alcances del secretismo en el sector marino, y que también estuvo presente en varias de las acciones. Agradezco también los sabios consejos de Juan Carlos Cárdenas, que fueron de mucha utilidad para el planteamiento estratégico de los casos, y el apoyo periodístico de Patricio Igor.

Ciudad Viva, que siempre tuvo la energía para estar presente, y que colaboró con la difusión del tema a nivel local. No puedo pasar sin destacar a Lake Sagaris, Patricio Lanfranco y Federico Allendes como grandes apoyos en esta tarea, a pesar de que ellos muchas veces no quieren aceptarlo.

También quiero agradecer a todos los abogados que colaboraron de manera desinteresada con su opinión y consejo, lo que fue de mucha utilidad para el éxito de las acciones, especialmente a Domingo Lovera, de la Clínica de asuntos de interés público de la Universidad Diego Portales, y a Matías Guiloff, con quienes coincidimos el año pasado en muchas iniciativas y actividades, lo que contribuyó a fortalecer nuestra amistad. También quiero dar las gracias a Rodrigo Egaña, subsecretario de Segpres, quien siempre fue muy gentil para atender nuestras solicitudes de una manera especial; y a Marta de la Fuente, de la comisión asesora presidencial, por la especial atención que le prestó a los casos que le planteamos.

Además, doy gracias a todos aquellos que no han sido mencionados en esta ya larga lista, y que de alguna forma colaboraron en las acciones en contra del secretismo. Esperamos seguir contando con ese valioso apoyo este año.

Que este año 2006 nos traiga buenas noticias en materia de información pública y transparencia¡¡


Moises Sanchez.-


Fotografia:

  • Año Nuevo Cavancha de pcavendaño (bajo licencia creative commons)




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